La Escuela y el TDAH en el Ecuador.
- Carmen Bastidas
- 18 jul 2017
- 2 Min. de lectura
Es probablemente en los primeros años de escuela que una profesora o tutora encuentra alguna característica que hagan pensar que el niño o niña tiene TDAH y aunque según la bibliografía los niños no pueden ser diagnosticados hasta los 6 años, en muchos casos, a los 4 años ya se presentan indicios e incluso ya se puede hablar de un plan de terapia para abordar este trastorno de forma rápida y adecuada.

Una vez pasado el proceso de evaluación y al tener un diagnostico confiable se establece un plan de acción casa – escuela, pues tenemos que entender que en la escuela se pasa las horas más importantes de día donde no solo interfieren factores relacionados con el aprendizaje sino e incluso aún más importante la socialización y con ello la autoestima.
Entonces pregunto ¿El colegio tiene la obligación de adaptarse a un niño con TDAH?, entendería que si el colegio tiene una verdadera convicción en favor de la educación de nuestros hijos y el profesor tiene vocación y amor por lo que hace, va más allá de una obligación, es una verdadero sistema y proyecto educativo.
Lo primero que demos saber es si la escuela: profesora o profesor, área de Psicología, autoridades, tienen la voluntad de aceptar las observaciones o recomendaciones del profesional a cargo y trabajar en conjunto, si no es así se debe considerar un cambio de centro educativo, pues el daño emocional es demasiado grande.
Entonces pregunto ¿En el Ecuador las escuelas están capacitadas para atender niños con TDAH y adaptarse a sus necesidades? Me gustaría creer que la mayoría lo está, sin embargo mientras más hablamos de este tema, nos encontramos cada vez con más papás y mamás, que han tenido una verdadera cruzada para logar que los profesores sigan las recomendaciones y pautas del terapista, de ahí la necesidad de armar un frente común, fuerte que busque generar conciencia en padres, profesores, sociedad sobre el TDAH.
Aquí algunas pautas que se deben seguir dentro del aula de clases:
Siéntale en primera fila, en la mitad, al estar más cerca de la pizarra y del profesor se distraerá menos y le será más fácil mantener la atención.
Evita regaños públicos, la silla de reflexión, sentarle solo o aislado del resto.
Evita ponerle en evidencia: Procura no hacer diferencias entre estudiantes con TDAH y sin él, esto causa rechazo por parte de los compañeros.
Evita siempre usar el sarcasmo o la crítica.
Felicítale en público cuando hace algo positivo, dale trabajos especiales dentro del aula.
Utiliza materiales audiovisuales: vídeo, proyector, audio, facilita que los alumnos en general, y especialmente los que tienen TDAH presten más atención.
Control de la agenda por parte del profesor y los padres en casa, siempre con discreción pues no queremos dañar la autoestima.
No limites el tiempo de los exámenes: Los exámenes con tiempo limitado pueden perjudicar notablemente a los niños con TDAH, debido a la presión del examen y del tiempo, es posible que no lo puedan completar satisfactoriamente.
Ninguna institución educativa tiene las herramientas para poder sobrellevar un niño con TDAH. Soy un adolescente y en toda mi vida institucional tuve muchos problemas sociales y académicos, los profesores no ejercen la profesión por vocación, la gran mayoría claro, lo hacen por el dinero. Estuve en el colegio Spellman y realmente un colegio católico no es la opción ideal para tu hijo con una capacidad diferente, es una carencia de empatía de los profesores hacia nosotros los (raros) como nos dicen. Éramos 38 por aula, yo era un niño muy retraído, no tenia amigos, trabajos grupales, exposiciones eran un miedo para mi, aun no lo supero y es un miedo que lo llevo arrastrando desde los 11 años hasta…
En Ecuador, las instituciones educativas, especialmente las ubicadas en la parroquia de Machachi, no están preparadas ni cuentan con docentes capacitados para atender adecuadamente a estudiantes con necesidades específicas. Es lamentable y frustrante que mi hija haya sido rechazada por tres instituciones debido a su condición de TDAH con impulsividad. Esta situación evidencia no solo la deficiencia del sistema educativo en Ecuador, sino también la manera en que se vulneran los derechos de quienes más necesitan apoyo y comprensión.